8.9.06

A dos “manzanas”, dos mil kilómetros y 200 palabras de distancia


Allá en dominicana diríamos “en la curvita de la Paraguay”, para referirnos al momento justo cuando estás a punto de llegar a algún lado, o de conseguir alguna cosa. Es como cuando la noche se pone más oscura justo antes del amanecer. Y si me lo hubieran preguntado, quizás no me hubiera atrevido admitir que estoy a dos manzanas, o dos cuadras- como mejor aplique-, de un sueño que escribí hace muchos años. A estas alturas, no sé si entre tanta realidad se vale soñar, pero sí sé que como la esperanza es la última que muere, siempre lo hace estrepitosamente. Y ese es un funeral que no quiero organizar.
Así que, ahora que he reducido la distancia, que ya tengo menos kilómetros de por medio, que me faltan menos palabras…puede ser que llegue. Quizás entonces amanezca y pueda ver la meseta de Guizah. Quizás finalmente habrá valido la pena pasármela entre tanto programa y tanta enciclopedia. Quizás pueda entrar al corazón de toda esa piedra y pueda ver el amanecer desde un globo aerostático que sobrevuela el Valle de los Reyes…Y quizás, nadie lo sabe, sólo entonces podré decir que de morir, no lo haría dos veces.

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